Anillo hecho a mano en plata de 925, inspirado  en la antigua Roma con engarce de piedra amatista natural.

En el Imperio Romano existió una gran afición por la ornamentación de las piedras. Según una antigua leyenda, Amatista era el nombre de una bella ninfa que tuvo la desgracia de despertar la admiración de Baco, el rey del vino. Horrorizada ante la idea de tener que compartir la pasión de tal amante rogó a la diosa de la castidad y ésta la transformó en un cristal puro y frío. Sorprendido y humillado, Baco vertió su copa de vino sobre el cristal, confiriéndole así un color violeta. Cuando volvió a entrar en razón, le concedió la capacidad de proteger al portador de la embriaguez.